Identificaron los restos de Marite Vidal Valls, secuestarda en agosto de 1976
La justicia federal en colaboración con el Equipo Argentino de Antropología Forense identificaron a la militante de la Juventud Guevarista que tenía 21 años. Su cuerpo fue tirado al río y cuando apareció, lo enterraron como NN en La Piedad.
Por José Maggi
La última fiesta de fin de año tuvo para la familia Vidal Valls otro sentido. "Cerramos un capítulo en la historia de nuestras vidas", confiesa Agustín Vidal. Es que después de 36 años, los restos de su hermana Marité fueron identificados por la justicia federal. Lo hizo un equipo de trabajo encabezado por la fiscal federal Mabel Colalongo junto a Miguel Nieva del Equipo Argentino de Antropología Forense. María Teresa Vidal Valls estaba enterrada en el cementerio La Piedad, como NN, en la tumba 135 del solar 75. "Haberla encontrado me movió toda mi vida, me descolocó. Fue una mezcla de alegría por cerrar una etapa de ideas de terror, y a la vez de tristeza por tener la certeza de lo que había pasado", confía Agustín.
El primer eslabón de la historia fue un parte de inteligencia que recuperó la fiscalía: "El 11 de setiembre de 1976 personal de la seccional 11 con colaboración de la Prefectura Marítima de la ciudad de Rosario procedieron a sacar de las aguas del río Paraná a la altura de calle Gutiérrez a un cadáver del sexo femenino cubierto con una lona y atado de pies y manos, no siendo posible su identificación por el estado en que se encontraba". Esto rezaba el documento oficial.
Al respecto, el antropólogo Miguel Nieva explicó que "los restos, o mejor dicho parte de los mismos, es decir, fragmentos estaban en el solar 75 y fueron exhumados a mediados del 2010". Luego del análisis antropológico, se enviaron al laboratorio para extraer un perfil genético que se comparó con la base de datos de familiares de desaparecidos. "Este trabajo nos dio elementos para avanzar fuerte en las restantes sepulturas --afirma Nieva--, un trabajo que se concretó después" y en el que fueron exhumadas más de un centenar de tumbas, con un total de casi trescientos restos óseos de distintas personas.
El hermano de Marité, Agustín Vidal, confesó: "Mi familia vivió con el miedo de no encontrarla nunca". Marité fue sacada de una de las habitaciones del que era el Hotel Italia, en Maipú al 1000 --en la actual sede de Gobierno de la UNR-- donde vivía de manera transitoria junto a parte de su familia el 6 de agosto de 1976. En ese mismo momento, sus captores se robaron también una cartera con valiosas joyas que tenía su abuela. Tanto el ex jefe de la policía Agustín Feced como hombres de la SIDE dijeron no saber nada de la desaparición, mientras que la cara pública del hotel, una mujer llamada Angela Pereyra Iraola, se mostraba con confianza y recibía favores en la oficina del jefe de la Policía Federal. La patota llegó en tres autos para buscar a su presa de 21 años, militante de la juventud guevarista del ERP-PRT con responsabilidades en el área de prensa, estudiante de letras y de música que había cursado el secundario en Misericordia y que había sido amenazada por la Triple A en un cartel que apareció con su nombre y el de otras personas colgado en la entonces facultad de Filosofía y Letras de la UNR, en Entre Ríos al 700.
Desde allí fue llevada al Centro Operacional Fisherton, en Mendoza al 8500, frente al Mercado de Productores. Allí fue vista por Fernando Brarda, único sobreviviente de ese centro y que el 11 de agosto del 76 se presentó en el Hotel Imperio, donde vivían los hombres de la familia, el padre Juan María Vidal y los hijos Agustín y Fernando y rápidamente se entrevistó con ellos.
"A mi hermana Marité la privaron de su música, de su futuro, de su familia, de sus nietos, de sus futuros hijos, de su libertad, de sus sueños, de su alegría y de todo aquello que cualquier ser humano anhela para el futuro. Marité era un extraordinario ser humano en todos los sentidos. No pudieron llevarse su alegría, su magia; su recuerdo que sigue intacto como el ultimo día en que la vi. Como dijo León Felipe: 'Se llevaron todo pero no pudieron llevarse la canción'", expresa Agustín.
El ex canciller Rafael Bielsa también está movilizado por la identificación de los restos de Marité. "Desgraciadamente no puedo sentir el alivio que entiendo que otros pudieran sentir, porque siempre la verdad restituye el espíritu -dice ahora-. Para mí, desde el momento en que ella desapareció, era mi mejor amiga, y durante décadas, fue un caso estremecedor, porque nadie había oído hablar de ella, nadie sabía nada. Yo escribí una serie de cosas sobre ella con la esperanza de que eso llegara a algún lugar de alguien conocido, y me contaran algo. Precisamente escribí en Página/12 La tercera margen del río. Esta nota trajo hasta mi oficina a Fernando Brarda, que es la primera persona que habló de Marité, que había estado con ella. Y a partir de ahí la historia la conocen todos. No sé que hubiese pasado si ese relato no se publicaba, si Fernando no aparecía, y si no nos contaba lo que nos contó. El hecho de la aparición de los restos la verdad, no modifican esa ausencia en mi, esa amputación".
-¿Que significó en su vida Marité Vidal?
-Fue un actriz de los años más importantes de mi vida, la conocí siendo adolescente en su casa de la calle Córdoba 1983, donde pasé mucho tiempo. Marité era nieta de un famoso pediatra y esa casa era una especie de Alejandría, porque los que iban de Oriente a Occidente pasaban por ahí, y los de Occidente a Oriente, también. Era una casa de música donde nos reuníamos con Charly Pagura, con Alberto Callaci. Era casa de poesía de literatura, una casa de mucha discusión, de mucha polémica. Esa casa era como un aleph, todos los lugares se reunían ahí, todos los episodios más importantes del despertar, de la sensibilidad, de la amistad, de compañerismos, de la militancia, del compromiso, para mí todo eso nació ahí y nació con ella".IDENTIFICARON LOS RESTOS DE MARITE VIDAL VALLS, SECUESTRADA EL 6 DE AGOSTO DE 1976
La verdad demoró 36 años en conocerse
La justicia federal en colaboración con el Equipo Argentino de Antropología Forense identificaron a la militante de la Juventud Guevarista que tenía 21 años. Su cuerpo fue tirado al río y cuando apareció, lo enterraron como NN en La Piedad.
Por José Maggi
La última fiesta de fin de año tuvo para la familia Vidal Valls otro sentido. "Cerramos un capítulo en la historia de nuestras vidas", confiesa Agustín Vidal. Es que después de 36 años, los restos de su hermana Marité fueron identificados por la justicia federal. Lo hizo un equipo de trabajo encabezado por la fiscal federal Mabel Colalongo junto a Miguel Nieva del Equipo Argentino de Antropología Forense. María Teresa Vidal Valls estaba enterrada en el cementerio La Piedad, como NN, en la tumba 135 del solar 75. "Haberla encontrado me movió toda mi vida, me descolocó. Fue una mezcla de alegría por cerrar una etapa de ideas de terror, y a la vez de tristeza por tener la certeza de lo que había pasado", confía Agustín.
El primer eslabón de la historia fue un parte de inteligencia que recuperó la fiscalía: "El 11 de setiembre de 1976 personal de la seccional 11 con colaboración de la Prefectura Marítima de la ciudad de Rosario procedieron a sacar de las aguas del río Paraná a la altura de calle Gutiérrez a un cadáver del sexo femenino cubierto con una lona y atado de pies y manos, no siendo posible su identificación por el estado en que se encontraba". Esto rezaba el documento oficial.
Al respecto, el antropólogo Miguel Nieva explicó que "los restos, o mejor dicho parte de los mismos, es decir, fragmentos estaban en el solar 75 y fueron exhumados a mediados del 2010". Luego del análisis antropológico, se enviaron al laboratorio para extraer un perfil genético que se comparó con la base de datos de familiares de desaparecidos. "Este trabajo nos dio elementos para avanzar fuerte en las restantes sepulturas --afirma Nieva--, un trabajo que se concretó después" y en el que fueron exhumadas más de un centenar de tumbas, con un total de casi trescientos restos óseos de distintas personas.
El hermano de Marité, Agustín Vidal, confesó: "Mi familia vivió con el miedo de no encontrarla nunca". Marité fue sacada de una de las habitaciones del que era el Hotel Italia, en Maipú al 1000 --en la actual sede de Gobierno de la UNR-- donde vivía de manera transitoria junto a parte de su familia el 6 de agosto de 1976. En ese mismo momento, sus captores se robaron también una cartera con valiosas joyas que tenía su abuela. Tanto el ex jefe de la policía Agustín Feced como hombres de la SIDE dijeron no saber nada de la desaparición, mientras que la cara pública del hotel, una mujer llamada Angela Pereyra Iraola, se mostraba con confianza y recibía favores en la oficina del jefe de la Policía Federal. La patota llegó en tres autos para buscar a su presa de 21 años, militante de la juventud guevarista del ERP-PRT con responsabilidades en el área de prensa, estudiante de letras y de música que había cursado el secundario en Misericordia y que había sido amenazada por la Triple A en un cartel que apareció con su nombre y el de otras personas colgado en la entonces facultad de Filosofía y Letras de la UNR, en Entre Ríos al 700.
Desde allí fue llevada al Centro Operacional Fisherton, en Mendoza al 8500, frente al Mercado de Productores. Allí fue vista por Fernando Brarda, único sobreviviente de ese centro y que el 11 de agosto del 76 se presentó en el Hotel Imperio, donde vivían los hombres de la familia, el padre Juan María Vidal y los hijos Agustín y Fernando y rápidamente se entrevistó con ellos.
"A mi hermana Marité la privaron de su música, de su futuro, de su familia, de sus nietos, de sus futuros hijos, de su libertad, de sus sueños, de su alegría y de todo aquello que cualquier ser humano anhela para el futuro. Marité era un extraordinario ser humano en todos los sentidos. No pudieron llevarse su alegría, su magia; su recuerdo que sigue intacto como el ultimo día en que la vi. Como dijo León Felipe: 'Se llevaron todo pero no pudieron llevarse la canción'", expresa Agustín.
El ex canciller Rafael Bielsa también está movilizado por la identificación de los restos de Marité. "Desgraciadamente no puedo sentir el alivio que entiendo que otros pudieran sentir, porque siempre la verdad restituye el espíritu -dice ahora-. Para mí, desde el momento en que ella desapareció, era mi mejor amiga, y durante décadas, fue un caso estremecedor, porque nadie había oído hablar de ella, nadie sabía nada. Yo escribí una serie de cosas sobre ella con la esperanza de que eso llegara a algún lugar de alguien conocido, y me contaran algo. Precisamente escribí en Página/12 La tercera margen del río. Esta nota trajo hasta mi oficina a Fernando Brarda, que es la primera persona que habló de Marité, que había estado con ella. Y a partir de ahí la historia la conocen todos. No sé que hubiese pasado si ese relato no se publicaba, si Fernando no aparecía, y si no nos contaba lo que nos contó. El hecho de la aparición de los restos la verdad, no modifican esa ausencia en mi, esa amputación".
-¿Que significó en su vida Marité Vidal?
-Fue un actriz de los años más importantes de mi vida, la conocí siendo adolescente en su casa de la calle Córdoba 1983, donde pasé mucho tiempo. Marité era nieta de un famoso pediatra y esa casa era una especie de Alejandría, porque los que iban de Oriente a Occidente pasaban por ahí, y los de Occidente a Oriente, también. Era una casa de música donde nos reuníamos con Charly Pagura, con Alberto Callaci. Era casa de poesía de literatura, una casa de mucha discusión, de mucha polémica. Esa casa era como un aleph, todos los lugares se reunían ahí, todos los episodios más importantes del despertar, de la sensibilidad, de la amistad, de compañerismos, de la militancia, del compromiso, para mí todo eso nació ahí y nació con ella".
La justicia federal en colaboración con el Equipo Argentino de Antropología Forense identificaron a la militante de la Juventud Guevarista que tenía 21 años. Su cuerpo fue tirado al río y cuando apareció, lo enterraron como NN en La Piedad.
Por José Maggi
La última fiesta de fin de año tuvo para la familia Vidal Valls otro sentido. "Cerramos un capítulo en la historia de nuestras vidas", confiesa Agustín Vidal. Es que después de 36 años, los restos de su hermana Marité fueron identificados por la justicia federal. Lo hizo un equipo de trabajo encabezado por la fiscal federal Mabel Colalongo junto a Miguel Nieva del Equipo Argentino de Antropología Forense. María Teresa Vidal Valls estaba enterrada en el cementerio La Piedad, como NN, en la tumba 135 del solar 75. "Haberla encontrado me movió toda mi vida, me descolocó. Fue una mezcla de alegría por cerrar una etapa de ideas de terror, y a la vez de tristeza por tener la certeza de lo que había pasado", confía Agustín.
El primer eslabón de la historia fue un parte de inteligencia que recuperó la fiscalía: "El 11 de setiembre de 1976 personal de la seccional 11 con colaboración de la Prefectura Marítima de la ciudad de Rosario procedieron a sacar de las aguas del río Paraná a la altura de calle Gutiérrez a un cadáver del sexo femenino cubierto con una lona y atado de pies y manos, no siendo posible su identificación por el estado en que se encontraba". Esto rezaba el documento oficial.
Al respecto, el antropólogo Miguel Nieva explicó que "los restos, o mejor dicho parte de los mismos, es decir, fragmentos estaban en el solar 75 y fueron exhumados a mediados del 2010". Luego del análisis antropológico, se enviaron al laboratorio para extraer un perfil genético que se comparó con la base de datos de familiares de desaparecidos. "Este trabajo nos dio elementos para avanzar fuerte en las restantes sepulturas --afirma Nieva--, un trabajo que se concretó después" y en el que fueron exhumadas más de un centenar de tumbas, con un total de casi trescientos restos óseos de distintas personas.
El hermano de Marité, Agustín Vidal, confesó: "Mi familia vivió con el miedo de no encontrarla nunca". Marité fue sacada de una de las habitaciones del que era el Hotel Italia, en Maipú al 1000 --en la actual sede de Gobierno de la UNR-- donde vivía de manera transitoria junto a parte de su familia el 6 de agosto de 1976. En ese mismo momento, sus captores se robaron también una cartera con valiosas joyas que tenía su abuela. Tanto el ex jefe de la policía Agustín Feced como hombres de la SIDE dijeron no saber nada de la desaparición, mientras que la cara pública del hotel, una mujer llamada Angela Pereyra Iraola, se mostraba con confianza y recibía favores en la oficina del jefe de la Policía Federal. La patota llegó en tres autos para buscar a su presa de 21 años, militante de la juventud guevarista del ERP-PRT con responsabilidades en el área de prensa, estudiante de letras y de música que había cursado el secundario en Misericordia y que había sido amenazada por la Triple A en un cartel que apareció con su nombre y el de otras personas colgado en la entonces facultad de Filosofía y Letras de la UNR, en Entre Ríos al 700.
Desde allí fue llevada al Centro Operacional Fisherton, en Mendoza al 8500, frente al Mercado de Productores. Allí fue vista por Fernando Brarda, único sobreviviente de ese centro y que el 11 de agosto del 76 se presentó en el Hotel Imperio, donde vivían los hombres de la familia, el padre Juan María Vidal y los hijos Agustín y Fernando y rápidamente se entrevistó con ellos.
"A mi hermana Marité la privaron de su música, de su futuro, de su familia, de sus nietos, de sus futuros hijos, de su libertad, de sus sueños, de su alegría y de todo aquello que cualquier ser humano anhela para el futuro. Marité era un extraordinario ser humano en todos los sentidos. No pudieron llevarse su alegría, su magia; su recuerdo que sigue intacto como el ultimo día en que la vi. Como dijo León Felipe: 'Se llevaron todo pero no pudieron llevarse la canción'", expresa Agustín.
El ex canciller Rafael Bielsa también está movilizado por la identificación de los restos de Marité. "Desgraciadamente no puedo sentir el alivio que entiendo que otros pudieran sentir, porque siempre la verdad restituye el espíritu -dice ahora-. Para mí, desde el momento en que ella desapareció, era mi mejor amiga, y durante décadas, fue un caso estremecedor, porque nadie había oído hablar de ella, nadie sabía nada. Yo escribí una serie de cosas sobre ella con la esperanza de que eso llegara a algún lugar de alguien conocido, y me contaran algo. Precisamente escribí en Página/12 La tercera margen del río. Esta nota trajo hasta mi oficina a Fernando Brarda, que es la primera persona que habló de Marité, que había estado con ella. Y a partir de ahí la historia la conocen todos. No sé que hubiese pasado si ese relato no se publicaba, si Fernando no aparecía, y si no nos contaba lo que nos contó. El hecho de la aparición de los restos la verdad, no modifican esa ausencia en mi, esa amputación".
-¿Que significó en su vida Marité Vidal?
-Fue un actriz de los años más importantes de mi vida, la conocí siendo adolescente en su casa de la calle Córdoba 1983, donde pasé mucho tiempo. Marité era nieta de un famoso pediatra y esa casa era una especie de Alejandría, porque los que iban de Oriente a Occidente pasaban por ahí, y los de Occidente a Oriente, también. Era una casa de música donde nos reuníamos con Charly Pagura, con Alberto Callaci. Era casa de poesía de literatura, una casa de mucha discusión, de mucha polémica. Esa casa era como un aleph, todos los lugares se reunían ahí, todos los episodios más importantes del despertar, de la sensibilidad, de la amistad, de compañerismos, de la militancia, del compromiso, para mí todo eso nació ahí y nació con ella".IDENTIFICARON LOS RESTOS DE MARITE VIDAL VALLS, SECUESTRADA EL 6 DE AGOSTO DE 1976
La verdad demoró 36 años en conocerse
La justicia federal en colaboración con el Equipo Argentino de Antropología Forense identificaron a la militante de la Juventud Guevarista que tenía 21 años. Su cuerpo fue tirado al río y cuando apareció, lo enterraron como NN en La Piedad.
Por José Maggi
La última fiesta de fin de año tuvo para la familia Vidal Valls otro sentido. "Cerramos un capítulo en la historia de nuestras vidas", confiesa Agustín Vidal. Es que después de 36 años, los restos de su hermana Marité fueron identificados por la justicia federal. Lo hizo un equipo de trabajo encabezado por la fiscal federal Mabel Colalongo junto a Miguel Nieva del Equipo Argentino de Antropología Forense. María Teresa Vidal Valls estaba enterrada en el cementerio La Piedad, como NN, en la tumba 135 del solar 75. "Haberla encontrado me movió toda mi vida, me descolocó. Fue una mezcla de alegría por cerrar una etapa de ideas de terror, y a la vez de tristeza por tener la certeza de lo que había pasado", confía Agustín.
El primer eslabón de la historia fue un parte de inteligencia que recuperó la fiscalía: "El 11 de setiembre de 1976 personal de la seccional 11 con colaboración de la Prefectura Marítima de la ciudad de Rosario procedieron a sacar de las aguas del río Paraná a la altura de calle Gutiérrez a un cadáver del sexo femenino cubierto con una lona y atado de pies y manos, no siendo posible su identificación por el estado en que se encontraba". Esto rezaba el documento oficial.
Al respecto, el antropólogo Miguel Nieva explicó que "los restos, o mejor dicho parte de los mismos, es decir, fragmentos estaban en el solar 75 y fueron exhumados a mediados del 2010". Luego del análisis antropológico, se enviaron al laboratorio para extraer un perfil genético que se comparó con la base de datos de familiares de desaparecidos. "Este trabajo nos dio elementos para avanzar fuerte en las restantes sepulturas --afirma Nieva--, un trabajo que se concretó después" y en el que fueron exhumadas más de un centenar de tumbas, con un total de casi trescientos restos óseos de distintas personas.
El hermano de Marité, Agustín Vidal, confesó: "Mi familia vivió con el miedo de no encontrarla nunca". Marité fue sacada de una de las habitaciones del que era el Hotel Italia, en Maipú al 1000 --en la actual sede de Gobierno de la UNR-- donde vivía de manera transitoria junto a parte de su familia el 6 de agosto de 1976. En ese mismo momento, sus captores se robaron también una cartera con valiosas joyas que tenía su abuela. Tanto el ex jefe de la policía Agustín Feced como hombres de la SIDE dijeron no saber nada de la desaparición, mientras que la cara pública del hotel, una mujer llamada Angela Pereyra Iraola, se mostraba con confianza y recibía favores en la oficina del jefe de la Policía Federal. La patota llegó en tres autos para buscar a su presa de 21 años, militante de la juventud guevarista del ERP-PRT con responsabilidades en el área de prensa, estudiante de letras y de música que había cursado el secundario en Misericordia y que había sido amenazada por la Triple A en un cartel que apareció con su nombre y el de otras personas colgado en la entonces facultad de Filosofía y Letras de la UNR, en Entre Ríos al 700.
Desde allí fue llevada al Centro Operacional Fisherton, en Mendoza al 8500, frente al Mercado de Productores. Allí fue vista por Fernando Brarda, único sobreviviente de ese centro y que el 11 de agosto del 76 se presentó en el Hotel Imperio, donde vivían los hombres de la familia, el padre Juan María Vidal y los hijos Agustín y Fernando y rápidamente se entrevistó con ellos.
"A mi hermana Marité la privaron de su música, de su futuro, de su familia, de sus nietos, de sus futuros hijos, de su libertad, de sus sueños, de su alegría y de todo aquello que cualquier ser humano anhela para el futuro. Marité era un extraordinario ser humano en todos los sentidos. No pudieron llevarse su alegría, su magia; su recuerdo que sigue intacto como el ultimo día en que la vi. Como dijo León Felipe: 'Se llevaron todo pero no pudieron llevarse la canción'", expresa Agustín.
El ex canciller Rafael Bielsa también está movilizado por la identificación de los restos de Marité. "Desgraciadamente no puedo sentir el alivio que entiendo que otros pudieran sentir, porque siempre la verdad restituye el espíritu -dice ahora-. Para mí, desde el momento en que ella desapareció, era mi mejor amiga, y durante décadas, fue un caso estremecedor, porque nadie había oído hablar de ella, nadie sabía nada. Yo escribí una serie de cosas sobre ella con la esperanza de que eso llegara a algún lugar de alguien conocido, y me contaran algo. Precisamente escribí en Página/12 La tercera margen del río. Esta nota trajo hasta mi oficina a Fernando Brarda, que es la primera persona que habló de Marité, que había estado con ella. Y a partir de ahí la historia la conocen todos. No sé que hubiese pasado si ese relato no se publicaba, si Fernando no aparecía, y si no nos contaba lo que nos contó. El hecho de la aparición de los restos la verdad, no modifican esa ausencia en mi, esa amputación".
-¿Que significó en su vida Marité Vidal?
-Fue un actriz de los años más importantes de mi vida, la conocí siendo adolescente en su casa de la calle Córdoba 1983, donde pasé mucho tiempo. Marité era nieta de un famoso pediatra y esa casa era una especie de Alejandría, porque los que iban de Oriente a Occidente pasaban por ahí, y los de Occidente a Oriente, también. Era una casa de música donde nos reuníamos con Charly Pagura, con Alberto Callaci. Era casa de poesía de literatura, una casa de mucha discusión, de mucha polémica. Esa casa era como un aleph, todos los lugares se reunían ahí, todos los episodios más importantes del despertar, de la sensibilidad, de la amistad, de compañerismos, de la militancia, del compromiso, para mí todo eso nació ahí y nació con ella".
hasta la victoria siempre compañera ....!!!
ResponderEliminarHola la información que brindas, me genera distintos sentimientos. Por un lado el escalofrío que le debe dar a cualquier argentino rememorar hechos como ellos, pero bueno dentro de todo lo malo hay que encontrar lo positivo y es el encuentro de la verdad. El año pasado he estado unos días en un hotel en rosario y es una hermosa ciudad, que no se opaque con trágicos recuerdos de nuestra historia.
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