Marcha por Silvia Suppo ¡Esclarecimiento y Justicia!

martes, 10 de marzo de 2015

Rosario :Identifican los restos de cuatro desaparecidos, secuestrados durante la dictadura

En un cementerio sin Piedad

Tres de los cuerpos fueron inhumados como NN y uno con nombre falso. Se trata de los militantes Miguel Angel Rubinich, Irma Edith Parra Yakin, Jorge Luis Ruffa y Carlos Racagni, del que dio cuenta Rosario/12 en su edición del domingo.

Tendrán donde descansar. Miguel Angel Rubinich, desaparecido en octubre de 1976; Irma Edith Parra Yakin, desaparecida el 4 de noviembre de ese año; Jorge Luis Ruffa, secuestrado el 28 de febrero de 1977 y visto por última vez en el centro clandestino de detención La Calamita y Carlos Raúl Racagni, que murió en un supuesto enfrentamiento con fuerzas de seguridad el 20 de octubre de 1976 podrán ser visitados por sus familiares. La Unidad Fiscal de Rosario que interviene en los procesos por crímenes de lesa humanidad informó que los restos de estas cuatro personas desaparecidas fueron identificadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Habían sido inhumadas en el cementerio La Piedad, tres de ellos como NN y el restante con un nombre falso: Juan José Martínez era Racagni, como informó Rosario/12 en su edición del domingo.

La pesquisa fue delegada en 2011 por el Juzgado Federal Nº 4 de Rosario en la Unidad Fiscal. En el marco de la investigación, durante aquél año se exploraron más de 120 sepulturas correspondientes a inhumaciones de NN y en una etapa posterior algunas de restos inhumados con nombre y apellido. La identificación de los restos del militante puntano Jorge Luis Ruffa, secuestrado el 28 febrero de 1977 y asesinado el 17 de marzo del mismo año por la dictadura había sido dada a conocer horas antes por sus hermanos, Raúl y Ricardo Ruffa, en una conferencia de prensa. Estuvieron acompañados por miembros de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), familiares y amigos de víctimas, oriundas de San Luis.

El abogado de la APDH, Norberto Forestí, enmarcó la noticia en un "sentimiento de dolor y emoción al que no podemos llamar alegría". "Esta aparición no es una concesión sino que se trató de arrancarle a quienes le quitaron la vida, el cómo, dónde, y porqué lo mataron". Raúl Ruffa se refirió el proceso por el que debió transitar la familia una vez que les avisaron que Jorge Luis había desparecido de su domicilio, luego de un operativo militar en la calle 1º de Mayo al 3223 de la ciudad de Rosario e hizo una semblanza de su hermano, al que definió como "apasionado, extraordinariamente solidario y desapegado de lo material".

La noticia del descubrimiento de los restos les llegó un día antes del aniversario de su secuestro y a 38 años de su asesinato. La fosa del cementerio donde encontraron "parte del cuerpo de Jorge Luis, era un enterramiento común, que contaba con 200 cadáveres aproximadamente, enterrados en 7 u 8 capas, según el momento de la muerte", explicó Raúl. "Identificarlo no fue fácil porque luego del fusilamiento, su cuerpo fue calcinado en un auto. Los datos que los forenses armaron, con una paciencia de hormiga, tenían como antecedente el testimonio de la esposa de un detenido que fue dejada en libertad, y lo asentado en el cementerio", recordó.