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jueves, 16 de febrero de 2012

El portero del gol 1.000 de Pelé, acusado de represor

Andrada, juzgado por crímenes en la dictadura 

Joaquín Maroto | 16/02/2012
Edgardo Andrada, el portero argentino del Vasco da Gama que encajó de penalti el gol número 1.000 de Pelé, ha sido investigado y juzgado en Argentina por el secuestro y asesinato durante la dictadura militar de los militantes peronistas Osvaldo Cambiaso y Edu Pereyra Rossi, ocurridos en mayo de 1983.

Andrada tenía un sobrenombre como portero, el Gato, y otro como represor de los servicios de inteligencia, Antelo, del exdictador Reynaldo Bignone, el último presidente del régimen militar que gobernó de facto en Argentina de 1976 a 1983.

El fiscal general Juan Patricio Murray vincula a Edgardo Antelo Andrada con un grupo de represores y asesinos dirigidos por Bignone y en el que también formaban escuadra el excomisario Luis Patti, el militar Pascual Guerrieri y los exagentes de Inteligencia Ariel Porra y Juan Andrés Cabrera.

La Justicia llegó a Andrada por una denuncia anónima que investigó el juez de San Martín, Alberto Juárez, quien finalmente obtuvo la confesión de otro represor, Eduardo Costanzo, que involucró al exportero "Tenemos acreditado en el expediente que el 14 de mayo de 1983, día en el que sucedieron los hechos, Andrada figuraba como agente especial del destacamento de Inteligencia 121 de Rosario". En esa fecha se produjo el secuestro y la desaparición de los dos militantes peronistas, Cambiaso y Pereyra, que días después aparecían asesinados. Costanzo ya fue condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad, aunque cumple arresto domiciliario.

El Gato Andrada inició su carrera de guardameta en Rosario Central, fue campeón de Río de Janeiro en 1970 con Vasco y logró el título brasileño en 1974. Se retiró en 1982 con la camiseta del Colón de Santa Fe. Tras su etapa como jugador, y una vez que surgieron los primeros rumores sobre su pertenencia a los escuadrones de inteligencia de la dictadura militar, Andrada volvió al fútbol y se colocó como preparador de porteros en Rosario Central, trabajo que ha sido forzado a abandonar una vez que se ha celebrado el juicio contra él. El presidente del club rosarino, Norberto Speciale, le pidió la dimisión y aseguró que si Andrada es culpable él mismo se encargará "de arrancar de las paredes del club todas las fotos de Andrada, de borrar su paso por la historia de este club".

Según O Globo, el fallo se conocerá en el plazo máximo de un mes, pero Murray anticipa que "hay indicios para que Andrada vaya a prisión".

1 comentario:

  1. que se pudra en carcel,hijos de puta y corruptos como se ha demostrado con los complices. que defensa pueden tener los que se amparaban en la noche. estos no merecen llamarse ni argentinos ni mucho menos rosarinos.......no hay olvido

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