Marcha por Silvia Suppo ¡Esclarecimiento y Justicia!

lunes, 31 de marzo de 2014

A cuatro años del asesinato político de Silvia Suppo: La lucha está más viva que nunca

PALABRAS DEL ESPACIO VERDAD Y JUSTICIA EL 29 DE MARZO DE 2014

El 29 de marzo de 2010, a 98 días de la sentencia de la causa Brussa y a 5 días del 24 de marzo, asesinaban de nueve puñaladas a Silvia Suppo, testigo clave en los juicios por delitos de lesa humanidad .Mujer valiente que se animó a denunciar con nombre y apellido a policías y civiles, locales y provinciales.

Sus asesinos creían que Rafaela era una isla desmemoriada que no recuperaría nunca el espíritu ni la tradición de lucha que la dictadura y los gobiernos posteriores se encargaron de desarticular y silenciar. Pensaron que nos íbamos a quedar en nuestras casas sin hacer nada. Pero a partir del asesinato político de Silvia retomamos  el compromiso de los compañeros y compañeras que lucharon por una sociedad más justa y que han sido tristemente invisibilizados y olvidados por la historia oficial de nuestra ciudad. En estos 4 años   retomamos la lucha en las calles, profundizamos una tradición de marchas que hoy eligen otros ciudadanos y ciudadanas para hacer frente a las injusticias que los atraviesan.

En este 29 de marzo, miramos para atrás y vemos que en estos cuatro años de búsqueda de justicia nos enfrentamos a diversos obstáculos que desnudan la inacción de los jueces así como las complicidades entre los poderes políticos, judiciales, policiales y mediáticos.

Durante los primeros años, el diario Castellanos nos tildó no sólo de “estúpidos” sino de “malintencionados” por no aceptar los prejuicios y la inacción del juez de primera instancia Alejandro Mognaschi quien no hizo más que obstaculizar la investigación queriendo retener una causa que excedía su competencia. Sin embargo, la Corte Suprema de la Nación nos dio la razón elevando el caso a la justicia federal en marzo del 2011. Pero lo que en principio parecía una pequeña victoria en un camino minado de complicaciones, terminó siendo una nueva traba, un verdadero callejón sin salida. Durante 3 años, el juez federal Reynaldo Rodríguez solo dejó pasar el tiempo, no investigó y no dejó investigar rechazando las medidas solicitadas por la querella. En dos ocasiones, intentó apartar de la causa a dos de los imputados sin realizar una investigación previa. La cámara Federal de Rosario revocó en las dos oportunidades esos apartamientos y le ordenó que primero realizara una investigación seria.  Frente a esta situación, sin cansarnos, reclamamos día tras día por una investigación profesional, comprometida y libre de complicidades.

Es por eso que a comienzos de 2013 le solicitamos al juez Reinaldo Rodríguez que se apartara de la causa, pero el magistrado se negó a hacerlo. Como consecuencia, en septiembre la Cámara Federal de Rosario decidió recusarlo afirmando que el mismo incurrió en “prejuzgamiento” y que “carecía de imparcialidad e independencia” para continuar obrando, y declaró la nulidad de las actuaciones que había llevado a cabo.

Desde ese momento, el juez a cargo es Marcelo Bailaque,  del Juzgado Federal Nº4 de la ciudad de Rosario al cual le exigimos la investigación profesional y completa que venimos reclamando y que aún, a 4 años del asesinato político de Silvia Suppo, no se ha dado.

La investigación estuvo mal hecha desde el comienzo. En primer lugar, los efectivos policiales a cargo del operativo realizaron el peritaje en ausencia de la fiscal, arruinaron la escena del crimen, contaminaron las huellas y ocultaron pruebas. Además, no organizaron el Operativo cerrojo, que se implementa en estos casos para que el o los asesino/s  no salieran de la ciudad. Luego, llamaron a declarar a testigos ilegalmente.

Todas estas irregularidades ocurrieron bajo la jefatura de Juan José Mondino, responsable de la Unidad Regional °5 en aquel momento, y actual Coordinador de prevención en seguridad de nuestra ciudad. Cargo que el gobierno municipal creó luego de su “exitoso accionar”.

Ascender a Mondino, fue el único mensaje que envió el Municipio, porque en estos cuatro años continúa siendo notoria la indiferencia del gobierno local. Hasta hoy, no hay un sólo funcionario, oficialista u opositor, que se haya manifestado públicamente a favor del reclamo o se haya movilizado para favorecer el esclarecimiento del crimen, aun cuando muchos de ellos tienen llegada a niveles gubernamentales y a organismos claves.

La misma policía que encubrió el asesinato de Silvia y la desaparición de Julio Lopez, y Luciano Arruga, la misma policía que asesinó a Pocho Lepratti, que mató a Patóm, Mono y Jere es la que hoy persigue a los pibes y pibas de nuestros barrios, es la misma que tranza con narcos y proxenetas, es la que extorsiona y saquea bajo un supuesto reclamo salarial,  gozando siempre de total impunidad.

Por todo esto decimos “NUNCA MAS”, porque los mismos policías y sus cómplices civiles que torturaron y desaparecieron luchadores sociales continuaron teniendo poder y reconocimiento social. Uno, de los que más indignación nos provoca, es Ítalo Amor Falchini, responsable local del secuestro de todos y todas los compañeros y compañeras rafaelinos detenidos en nuestra ciudad, quien no sólo murió con honores y total impunidad sino que ocupó importantes cargos públicos locales y provinciales hasta el final de sus días, como presidente vecinal de su barrio, como funcionario del Instituto Municipal de la Vivienda y como policía, fuerza de la que se retiró con el cargo más alto.

El PCI, Personal Civil de Inteligencia, Felipe Miglieto orgulloso colaborador de las fuerzas militares durante toda la dictadura transitó los posteriores años de democracia hostigando e intimidado a los sobrevivientes. También murió con total impunidad.

Estos son sólo ejemplos visibles, de muchos cómplices que aún caminan por las calles de nuestra ciudad sin haber rendido cuentas ante la justicia. Por eso insistimos en la actualidad de nuestra lucha y en la importancia de mantener viva la memoria.

Hoy ,a cuatro años, seguimos inquietos e inquietas con nuestra lucha en las calles para seguir visibilizando la causa y el mensaje de Silvia. Seguimos reclamando justicia, porque en nuestro reclamo se engloban muchas otras demandas y muchas otras verdades por las que también marchamos.

Nada hubiera sido posible sin el trabajo constante y comprometido de quienes desde un inicio acompañaron la causa: los abogados (Guillermo Muné y Luicila Puyol), los HIJOS (especialmente la compañera Valeria Silva), la Secretaría de Derechos Humanos de Nación, el Foro por los DD.HH de Santa Fe, la mesa Juicio y Castigo y todas las organizaciones sociales, feministas, políticas, culturales, barriales y sindicales que se comprometieron con la causa. Por eso hoy queremos agradecerles y destacar su labor, como también el de la ciudadanía que cada año nos acompaña.

El fuego de esta lucha no se apaga sino que enciende otras luchas, por eso seguimos exigiendo:

APARICIÓN CON VIDA DE JORGE JULIO LÓPEZ Y LUCIANO ARRUGA, CASTIGO EFECTIVO A LOS RESPONSABLES DE SU DESAPARICIÓN.

JUSTICIA POR TODOS LOS MUERTOS POR GATILLO FÁCIL Y REPRESIÓN POLICIAL

JUSTICIA POR PATÓM, JERE Y MONO.

JUSTICIA POR POCHO LEPRATI Y TODOS LOS MUERTOS DEL 19 y 20 DE DICIEMBRE

JUSTICIA POR MAXI Y DARIO,  NO MÁS CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA. NO A LA LEY ANTITERRORISTA

APARICIÓN DE CLAUDIA MARTINEZ, NO MÁS VIOLENCIA MACHISTA

JUICIO Y CASTIGO A TODOS LOS GENOCIDAS, SUS COMPLICES CIVILES Y ECLESIASTICOS

CÁRCEL COMÚN PERPETUA Y EFECTIVA

RESTITUCIÓN DE LAS Y LOS HIJOS APROPIADOS

JUSTICIA POR SILVIA SUPPO

No podemos dejar de manifestar nuestro  total repudio, preocupación e indignación por lo ocurrido con David Moreyra, el joven de 18 años brutalmente asesinado el sábado pasado por vecinos de Barrio Azcuenaga en Rosario. Vemos con mucha preocupación este irracional ataque producto del  odio,  el desinterés por la justicia y la vida. Vemos con preocupación que se recicle el discurso del “algo habrá hecho” y que bajo el discurso de la seguridad se produzcan los más horribles atentados contra los seres humanos. Vemos  con preocupación el accionar mediático que estigmatiza a lxs pibes y avala la criminalización de la probreza y la protesta. JUSTICIA POR DAVID.

lunes, 10 de marzo de 2014

Un documental cuenta la historia de los asesinados y desaparecidos de Rafaela

Clavado en la memoria de una ciudad

El trabajo se presentó el año pasado cuando se inauguró también una plazoleta con baldozones que recuerdan a las 18 personas, hombres y mujeres, que nacidos en esa ciudad fueron víctimas fatales en la última dictadura militar.

 Por Leo Ricciardino

Por primera vez la ciudad de Rafaela decidió plasmar en un trabajo de investigación y en un documental; las historias de vida de las dieciocho personas que nacidas en esa ciudad de la provincia, fueron víctimas fatales de la dictadura. Cinco mujeres y 13 hombres. La mayoría están desaparecidos y nada se sabe de ellos. Otros familiares sí pudieron recuperar los cuerpos de sus seres queridos. El trabajo se hizo fundamentalmente en base al testimonio de familiares, amigos y compañeros de militancia de los '70, y apunta fundamentalmente a establecer que además del compromiso por el que perdieron sus vidas, también eran novios, amantes, hijos, madres y sobre todo personas con un gran sentido de solidaridad para con los demás. El Espacio de la Memoria de Rafaela presentó el trabajo durante la inauguración de una plazoleta de la memoria donde quedaron colocados los baldozones con los datos de cada una de las víctimas.

Dip-Espacio de Fábula Producciones se encargó de la realización del DVD que contó con el auspicio familiares, amigos y compañeros; además del actual ministro de Defensa Agustín Rossi, la diputada de la Ciudad de Buenos Aires Delia Bisutti, el senador provincial Alcides Calvo, la diputada provincial Alicia Gutiérrez y el diputado provincial del peronismo Roberto Mirabella. "Después del eclipse", recorre las vidas y las circunstancias que llevaron a la muerte a Analía Arriola, Raúl Bru, Rubén Carignano, Conrado Ceretti, Osvaldo Colombo, Reinaldo Hattemer, José Manfredi, Cecilia Marfortt de Trod, Jorge Trod, Carlos Morel, Ricardo Nicolini, Yolanda Ponti, María Guadalupe Porporato, José Rossi, Luis Ricciardino, Juan Sinigaglia, Raúl Tettamanti y Zulema Williner.

En el ralato del documental José "El Pelado" Villarreal oficia de narrador y da contexto a la militancia de esa época. Empieza diciendo que él nació "en el `45, toda mi vida fui un laburante peronista y viví en Rafaela. Esta ciudad es riquísima en la historia del peronismo. Siempre estuvo presente con muchas proscripciones y persecuciones". Y cuenta que "nosotros empezamos a repartir la fichas de afiliación cerca del 73 y en esa época empieza también a funcionar, con muchos pibes la AES (Asociación de Estudiantes Secundarios)".

Villarreal cuenta que en esa asociación estaban "`El Topo' Ricciardino que era del Colegio Nacional, el `Flaco' Raviolo que era del Comercial y el `Mono' Lorenzetti (nada menos que el actual presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación) que era de los Maristas. También La `Yoli' Ponti que era de las Monjas y la 'Colito' Pot que era del Normal. Eran un colectivo de estudiantes secundarios y estuvieron al principio ligados a lo que fueron las huelgas de los maestros de aquel tiempo. Y nosotros veníamos de la parte del peronismo más institucional", rememora.

Algunas historias

* Raúl Oscar Tetamantti (asesinado el 23 de noviembre de 1973)

"El militaba en el ERP, yo no estaba de acuerdo, le decía que no se meta con las armas, que teníamos que tener paciencia, que las cosas alguna vez tenían que cambiar. Ese fue mi planteo", dice Luis Tetamantti, hermano mayor. Sabe que su hermano estaba "repartiendo unos volantes, fue en Rosario, hubo un enfrentamiento dicen y lo liquidaron en el auto. De un tiro en la frente en Uriburu y Entre Ríos".

* Zulema Williner (fusilada el 24 o 25 de septiembre de 1975).

"Tita empezó a estudiar en la facultad católica en Santa Fe, profesorado de Historia. Ahí empezó a conocer gente que militaba y empieza a pensar distinto. Se casó con Alcides Godano, que también fue un militante de Montoneros. La última cita que hicimos me dice 'yo me voy a ausentar más o menos dos años'. Pero después convinan un encuentro con mi otra hermana y mi vieja entre Santa Fe y Rosario y Zulema nunca llega", recuerda su hermano Abelardo Williner. La habían asesinado a la altura de Timbúes el día anterior. "Ella sabía perfectamente dónde estaba y qué le podía pasar. Ella dentro de su militancia fue una persona muy respetada y sus compañeros confían mucho en ella. Eso es bueno, eso es lindo pero a nosotros como familia, fue un hecho que nos marcó para toda la vida. Aunque parezca doloroso yo hubiera preferido que la mataran en un enfrentamiento y no que la asesinaran como a un perro como sucedió", dice visiblemente emocionada su hermana María Teresa.

* José "Pepe" Manfredi (Desparecido desde el 9 de diciembre de 1975).


"Fue un amor a primera vista, tuvimos dos hijos. Vivíamos en Santa Fe, en el Pasaje Quiroga. Esa tarde yo estaba en la vereda y enfrente vivía una chica cuyo padre era un alto jefe de la Policía. Varios autos cierran la calle y ella creyó que era un grupo guerrillero que venía a secuestrar a su padre pero en realidad era un grupo de tareas que venía a llevarse a mi marido. El no estaba, revisan toda la casa y yo al día siguiente me voy a Rafaela. Esa noche, me entero de que habían puesto una bomba en nuestra casa en Santa Fe", dice la esposa Lina Medina. A Pepe Manfredi lo terminan secuestrado en una estación de servicio Isaura de 25 de diciembre e Irigoyen Freyre en Santa Fe.

*Luis "El Colo" Ricciardino (Desparecido el 27 de abril de 1976 en Córdoba).

"Aparte de ser mi hermano mayor fue mi maestro", dice César que también fue militante político y estuvo detenido durante la dictadura. El más chico de los Ricciardino, Javier, apunta que Luis "tenía una vida social muy ligada a la iglesia. Su adolescencia fue iglesia y estudio". César recuerda que Luis "vino a Rafaela con su novia, comimos en casa y tuvimos una fuerte discusión política acerca de cómo veíamos el momento político. Y ese fue el último recuerdo físico que tengo de mi hermano".

Por su parte, su esposa Cintia Visciglio cuenta que "estábamos en la JUP, se decía que podía pasar algo grave y que teníamos que retirarnos a Córdoba. Y teníamos que casarnos. Y lo hiciemos, fuimos al registro civil a buscar una fecha de casamiento e irónicamente nos dan el 23 de marzo de 1976, un día antes del golpe. Yo ya estaba embarazada (de su hijo Pablo) y Luis consiguió trabajo en una obra en construcción. Se clavó un clavo en el pie y fue a atenderse a un hospital en Córdoba, de ahí desapareció, nunca más lo ví. Yo me vuelvo a Santa Fe para tener a mi bebé y me detienen en mayo de 1976. Rompo bolsa y me llevan al hospital Cullen, custodiada. Así nació Pablo", recuerda.

* Reynaldo Hattemer (Secuestrado el 25 de enero de 1977 en Rafaela. Desaparecido).


En 1975 vivía en Santa Fe y era delegado metalúrgico. Militaba en la juventud peronista junto a Silvia Suppo, su compañera que sería asesinada en 2010 en un confuso hecho policial. La pareja tenía planificado casarse unos días después del enlace entre Oscar Hattemer y Patricia, pero eso nunca sucedió. Reynaldo Hattemer fue secuestrado el 25 de enero de 1977 en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Rafaela, el día que se casaba su hermano. Una patota lo capturó a la salida de la ceremonia religiosa. Nunca más se supo de él.

* Carlos Alberto "Caco" Morel. (Fusilado el 17 de febrero de 1977).


"Nos conocíamos del club Independiente, en las tertulias para el viaje de quinto nos ponemos de novios. El se recibió el Comercial y se fue a Rosario a estudiar Medicina. El 14 de febrero de 1977 fue la ultima vez que lo vieron con vida. Se encontró en un bar con el Gordo Gianitto, que era su compañero de departamento, también estaba la novia del gordo y otra compañera más. Lo vieron muy nervioso, muy asustado. Les dijo que hacía una cosa más y se iba. Pero una semana después, luego de una intensa búsqueda lo encontraron sin vida en una morgue de Rosario. Caco fue uno de los seis estudiantes de Medicina fusilados en pasaje Marchena al 500, entre Vera Mujica y San Lorenzo. Habían estado detenido en El Pozo, los trasladaban y el camión paró en el citado pasaje. Un hombre les ordena que se bajen y corran, que el que llegaba a la esquina se salvaba. Corrieron, pero nadie se salvó. Los mataron a todos", recuerda María del Carmen Villarreal, novia y compañera. Un placa los recuerda hoy en la facultad de Medicina de Rosario.