El primer juicio por robos de bebés en el Segundo Cuerpo de Ejército será el de la hija de Raquel Negro y Tucho Valenzuela, ambos desaparecidos en la quinta de Funes. El juez federal de Paraná, Gustavo Zonis elevó ayer a juicio oral y público la investigación de una maternidad clandestina que operó en el Hospital Militar de Paraná, donde Raquel estuvo secuestrada y dio a luz a una parejita de mellizos, en marzo de 1978. La niña es Sabrina Gullino, quien recuperó su identidad en diciembre de 2008. Pero se desconoce qué sucedió con su hermano, así que el juez resolvió desdoblar la causa y seguir la pesquisa porque está probado que el niño nació con vida y fue derivado al Instituto de Pediatría de Paraná por problemas de salud. Por el caso están imputados cuatro de los condenados a perpetua por los desaparecidos en el centro clandestino de Funes: Pascual Guerrieri, Jorge Alberto Fariña, Juan Daniel Amelong y Walter Pagano, más otro oficial del Destacamento de Inteligencia 121, Marino Héctor González y un médico de Paraná: Juan Antonio Zaccaría.
El juez Zonis hizo lugar al requerimiento de elevación a juicio que plantearon los fiscales Mario Silva y José Ignacio Candioti, al acusar a Guerrieri y compañía como autores mediatos de "supresión de estado civil" y "sustracción de menores", que prevé penas de diez años de prisión, aunque si se aplica la última reforma penal podría elevarse a quince años. Los fiscales lograron probar a través de numerosas pruebas de cargo que el Hospital Militar de Paraná era la maternidad clandestina del Segundo Cuerpo. Acreditaron que Raquel Negro fue trasladada desde la quinta de Funes hasta el Hospital Militar, donde en un parto clandestino dio a luz a sus dos hijos: una niña y un niño. La niña recuperó su identidad en 2008: es Sabrina Gullino. "Y con respecto al niño seguirá la investigación porque está probado que nació en el hospital y luego fue derivado al Instituto de Pediatría de Paraná por problemas de salud", dijo una fuente judicial consultada por Rosario/12.
"Las pruebas son sustanciosas -comentó la fuente-. Hay testimoniales, documentales y periciales, entre ellas la declaración de Eduardo Constanzo, quien sindica a Guerrieri, Fariña y Pagano como los ideólogos del plan para el robo de los bebés de Raquel Negro y menciona que Pagano y Amelong llevaron hasta el Hogar del Huérfano de Rosario una beba que es Sabrina. Lo importante es que hay declaraciones de tres enfermeras del Hospital Militar de Paraná que relatan cómo sucedió este parto clandestino y cómo Raquel Negro estaba privada de su libertad, que tenía un guardia permanente y que las ventanas de la habitación estaban tapadas para que no la vieran. También mencionan la intervención de Zaccaría en los hechos y la orden que dio este médico para en las planillas del hospital los niños se inscribieran como NN".
"Otro testimonio importante es el de una enfermera del Instituto de Pediatría de Paraná, donde llevaron a los niños después de su nacimiento en el Hospital Militar y da cuenta de esa circunstancia. Los bebés fueron dados de alta el 27 de marzo de 1978 y anotados como 'López, Soledad' y 'López, NN', lo cual constituye una irregularidad", agregó la fuente.
En el juicio serán querellantes Sabrina Gullino y su hermano mayor Sebastián Alvarez, la agrupación Hijos de Paraná, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y Abuelas de Plaza de Mayo.
El juez Zonis hizo lugar al requerimiento de elevación a juicio que plantearon los fiscales Mario Silva y José Ignacio Candioti, al acusar a Guerrieri y compañía como autores mediatos de "supresión de estado civil" y "sustracción de menores", que prevé penas de diez años de prisión, aunque si se aplica la última reforma penal podría elevarse a quince años. Los fiscales lograron probar a través de numerosas pruebas de cargo que el Hospital Militar de Paraná era la maternidad clandestina del Segundo Cuerpo. Acreditaron que Raquel Negro fue trasladada desde la quinta de Funes hasta el Hospital Militar, donde en un parto clandestino dio a luz a sus dos hijos: una niña y un niño. La niña recuperó su identidad en 2008: es Sabrina Gullino. "Y con respecto al niño seguirá la investigación porque está probado que nació en el hospital y luego fue derivado al Instituto de Pediatría de Paraná por problemas de salud", dijo una fuente judicial consultada por Rosario/12.
"Las pruebas son sustanciosas -comentó la fuente-. Hay testimoniales, documentales y periciales, entre ellas la declaración de Eduardo Constanzo, quien sindica a Guerrieri, Fariña y Pagano como los ideólogos del plan para el robo de los bebés de Raquel Negro y menciona que Pagano y Amelong llevaron hasta el Hogar del Huérfano de Rosario una beba que es Sabrina. Lo importante es que hay declaraciones de tres enfermeras del Hospital Militar de Paraná que relatan cómo sucedió este parto clandestino y cómo Raquel Negro estaba privada de su libertad, que tenía un guardia permanente y que las ventanas de la habitación estaban tapadas para que no la vieran. También mencionan la intervención de Zaccaría en los hechos y la orden que dio este médico para en las planillas del hospital los niños se inscribieran como NN".
"Otro testimonio importante es el de una enfermera del Instituto de Pediatría de Paraná, donde llevaron a los niños después de su nacimiento en el Hospital Militar y da cuenta de esa circunstancia. Los bebés fueron dados de alta el 27 de marzo de 1978 y anotados como 'López, Soledad' y 'López, NN', lo cual constituye una irregularidad", agregó la fuente.
En el juicio serán querellantes Sabrina Gullino y su hermano mayor Sebastián Alvarez, la agrupación Hijos de Paraná, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y Abuelas de Plaza de Mayo.
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