"Fueron fusilados por la patota de Feced"
Fueron siete militantes políticos de Rosario a los que trasladaron hasta Los Surgentes en Córdoba para asesinarlos el 17 de octubre de 1976. Un trabajo de alumnos secundarios rescató el hecho y los familiares destacan que "los responsables están siendo enjuiciados hoy en Rosario".
Por Leo Ricciardino
"Yo siempre me imaginé ese momento donde los trasladaban a todos, donde iban quizás en la parte de atrás de una chata. Es el último instante en el que estuvieron con vida, el último momento que compartieron juntos". A esa imagen se aferró todos estos años Marcelo Márquez para retener en la memoria a su hermana María Cristina que junto a Cristina Costanzo, Ana Lía Murgiondo, Sergio Jalil, Eduardo Laus, Daniel Barjacoba y José Oyarzábal; fueron fusilados la noche del 17 de octubre de 1976 en Los Surgentes, provincia de Córdoba. Los siete eran militantes políticos que habían estado detenidos en El Pozo, en la ex Jefatura de Policía de Rosario. Treinta cuatro años después de ese hecho, un grupo de alumnos del tercer año del Instituto "Emilio Castoldi" de Los Surgentes encaró un proyecto pedagógico al que llamaron "Lazos de Identidad" con el objetivo de conocer la verdad sobre la "Masacre de Los Surgentes" y aportar para esclarecer "una de las épocas más oscuras de nuestra historia nacional, convencidos de que tenemos que seguir trabajando por la memoria, la verdad y la justicia". Con esos fundamentos también el Concejo de la localidad y su intendente Eduardo Buttarelli, declararon de interés municipal el trabajo de los alumnos.
Desde el pasado domingo, una placa y siete árboles plantados a la vera de la ruta 6, frente a los silos de la Cooperativa Agrícola de Cruz Alta; recuerdan a los siete militantes asesinados. Los familiares participaron de la ceremonia y coincidieron en destacar que "ahora tenemos un lugar concreto para recordar a nuestros familiares. Sabemos que aquí en este pueblo hay jóvenes dispuestos a no olvidar y a honrar la memoria".
El trabajo de los chicos coordinado por la profesora Nancy Marino, los llevó a entrevistar al doctor Alberto Minella, el ex oficial de policía Oscar Saldaña, el ex comisionista José Ulla y el señor Dionisio Tesán, que fue el primero que encontró a los jóvenes fusilados a la mañana siguiente. Todos narraron cuál fue su rol en aquel día posterior a la "Masacre de Los Surgentes".
Marcelo Jalil, hermano de Sergio, contó a Rosario/12 que "cuando la profesora del colegio pasó por Rosario y vio la placa en la ex Jefatura de Policía ahí profundizó el trabajo que venían haciendo con los chicos. Coincidió también con el 24 de marzo (en un nuevo aniversario del golpe) y los chicos empezaron a ver películas y trabajar el proyecto `Lazos de Identidad`". Jalil señala que a partir de este trabajo "confirmé más o menos todo lo que conocía sobre las últimas horas de mi hermano, pero al tener la posibilidad de hablar con personas que estuvieron en el momento posterior al asesinato como el médico que reconoció los cadáveres, el hombre que llevó los cuerpos de Los Surgentes a Córdoba, contratado por el Ejército; se pudo reconstruir más fielmente esos momentos".
Por su parte, Marcelo Márquez aseguró que en su caso "confirmé una sospecha que yo tenía y era la posibilidad de que mi hermana María Cristina estuviese embarazada en el momento del fusilamiento; y esto se confirmó a través del médico que la revisó que pudo certificar que efectivamente cursaba un embarazo de cuatro meses. También pudimos recabar más detalles de la forma en cómo los mataron: Claramente fue un fusilamiento ahí en ese camino rural".
Márquez destaca que "fueron fusilados por la patota de Feced, hace 34 años y hoy esas personas están siendo enjuiciadas en Rosario pero permanecen en libertad. No debemos olvidar eso para seguir luchando para que llegue la justicia".
Una de las cosas que más conmovió a los familiares fue "el hecho de que hayan sido chicos tan jóvenes los que encararon este trabajo, a mí en particular, fue lo que más me movilizó. Porque esto es algo que se viene palpando hace tiempo y que se hizo más evidente con el fallecimiento de (Néstor) Kirchner, donde se volvió a ver claramente a los jóvenes vinculados a la política. Bueno, lo que nosotros encontramos en Los Surgentes fue eso, jóvenes comprometidos con el pasado, queriendo saber, movilizando a los padres, pidiendo que les expliquen lo que había pasado", apuntó Márquez. Y agregó que "me gusta mucho el título que eligieron para el trabajo -Lazos de Identidad , y también es muy importante destacar que nunca cayeron en detalles como el dolor de la tortura, la venganza, sino que el interés estuvo centrado siempre en saber la verdad. Y la historia de vida de esos militantes asesinados, que fue lo que más le atrapó. Saber que eran jóvenes con ideales, con proyecto y que luchaban por un país más justo y digno para todos".
Para Jalil, "ahora nosotros sentimos que tenemos un lugar donde poder llevarle una flor, donde ir para recordar a nuestros hermanos, a nuestros familiares. Estos jóvenes demostraron que no querían quedarse con la anécdota de que en su localidad, mucho antes de que ellos hubieran nacido, una noche asesinaron a siete jóvenes. Quisieron saber la verdad, quisieron saber quiénes eran y por qué los habían matado. Quisieron salir de la anécdota para entrar en historia verdadera".
Fueron siete militantes políticos de Rosario a los que trasladaron hasta Los Surgentes en Córdoba para asesinarlos el 17 de octubre de 1976. Un trabajo de alumnos secundarios rescató el hecho y los familiares destacan que "los responsables están siendo enjuiciados hoy en Rosario".
Por Leo Ricciardino
"Yo siempre me imaginé ese momento donde los trasladaban a todos, donde iban quizás en la parte de atrás de una chata. Es el último instante en el que estuvieron con vida, el último momento que compartieron juntos". A esa imagen se aferró todos estos años Marcelo Márquez para retener en la memoria a su hermana María Cristina que junto a Cristina Costanzo, Ana Lía Murgiondo, Sergio Jalil, Eduardo Laus, Daniel Barjacoba y José Oyarzábal; fueron fusilados la noche del 17 de octubre de 1976 en Los Surgentes, provincia de Córdoba. Los siete eran militantes políticos que habían estado detenidos en El Pozo, en la ex Jefatura de Policía de Rosario. Treinta cuatro años después de ese hecho, un grupo de alumnos del tercer año del Instituto "Emilio Castoldi" de Los Surgentes encaró un proyecto pedagógico al que llamaron "Lazos de Identidad" con el objetivo de conocer la verdad sobre la "Masacre de Los Surgentes" y aportar para esclarecer "una de las épocas más oscuras de nuestra historia nacional, convencidos de que tenemos que seguir trabajando por la memoria, la verdad y la justicia". Con esos fundamentos también el Concejo de la localidad y su intendente Eduardo Buttarelli, declararon de interés municipal el trabajo de los alumnos.
Desde el pasado domingo, una placa y siete árboles plantados a la vera de la ruta 6, frente a los silos de la Cooperativa Agrícola de Cruz Alta; recuerdan a los siete militantes asesinados. Los familiares participaron de la ceremonia y coincidieron en destacar que "ahora tenemos un lugar concreto para recordar a nuestros familiares. Sabemos que aquí en este pueblo hay jóvenes dispuestos a no olvidar y a honrar la memoria".
El trabajo de los chicos coordinado por la profesora Nancy Marino, los llevó a entrevistar al doctor Alberto Minella, el ex oficial de policía Oscar Saldaña, el ex comisionista José Ulla y el señor Dionisio Tesán, que fue el primero que encontró a los jóvenes fusilados a la mañana siguiente. Todos narraron cuál fue su rol en aquel día posterior a la "Masacre de Los Surgentes".
Marcelo Jalil, hermano de Sergio, contó a Rosario/12 que "cuando la profesora del colegio pasó por Rosario y vio la placa en la ex Jefatura de Policía ahí profundizó el trabajo que venían haciendo con los chicos. Coincidió también con el 24 de marzo (en un nuevo aniversario del golpe) y los chicos empezaron a ver películas y trabajar el proyecto `Lazos de Identidad`". Jalil señala que a partir de este trabajo "confirmé más o menos todo lo que conocía sobre las últimas horas de mi hermano, pero al tener la posibilidad de hablar con personas que estuvieron en el momento posterior al asesinato como el médico que reconoció los cadáveres, el hombre que llevó los cuerpos de Los Surgentes a Córdoba, contratado por el Ejército; se pudo reconstruir más fielmente esos momentos".
Por su parte, Marcelo Márquez aseguró que en su caso "confirmé una sospecha que yo tenía y era la posibilidad de que mi hermana María Cristina estuviese embarazada en el momento del fusilamiento; y esto se confirmó a través del médico que la revisó que pudo certificar que efectivamente cursaba un embarazo de cuatro meses. También pudimos recabar más detalles de la forma en cómo los mataron: Claramente fue un fusilamiento ahí en ese camino rural".
Márquez destaca que "fueron fusilados por la patota de Feced, hace 34 años y hoy esas personas están siendo enjuiciadas en Rosario pero permanecen en libertad. No debemos olvidar eso para seguir luchando para que llegue la justicia".
Una de las cosas que más conmovió a los familiares fue "el hecho de que hayan sido chicos tan jóvenes los que encararon este trabajo, a mí en particular, fue lo que más me movilizó. Porque esto es algo que se viene palpando hace tiempo y que se hizo más evidente con el fallecimiento de (Néstor) Kirchner, donde se volvió a ver claramente a los jóvenes vinculados a la política. Bueno, lo que nosotros encontramos en Los Surgentes fue eso, jóvenes comprometidos con el pasado, queriendo saber, movilizando a los padres, pidiendo que les expliquen lo que había pasado", apuntó Márquez. Y agregó que "me gusta mucho el título que eligieron para el trabajo -Lazos de Identidad , y también es muy importante destacar que nunca cayeron en detalles como el dolor de la tortura, la venganza, sino que el interés estuvo centrado siempre en saber la verdad. Y la historia de vida de esos militantes asesinados, que fue lo que más le atrapó. Saber que eran jóvenes con ideales, con proyecto y que luchaban por un país más justo y digno para todos".
Para Jalil, "ahora nosotros sentimos que tenemos un lugar donde poder llevarle una flor, donde ir para recordar a nuestros hermanos, a nuestros familiares. Estos jóvenes demostraron que no querían quedarse con la anécdota de que en su localidad, mucho antes de que ellos hubieran nacido, una noche asesinaron a siete jóvenes. Quisieron saber la verdad, quisieron saber quiénes eran y por qué los habían matado. Quisieron salir de la anécdota para entrar en historia verdadera".
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