Una docena de militares del Centro de Operaciones Tácticas de la dictadura en el banquillo
Es un grupo que se desempeñaba en el II Cuerpo de Ejército. Uno de ellos que después llegó a general llegó a decir "no entiendo por qué por el simple hecho de aparecer en una plantilla donde estaba destinado, se me imputan ahora estos hechos que desconozco".
Por José Maggi
Una docena de militares integrantes del Centro de Operaciones Tácticas (COT), del Segundo Cuerpo de Ejército en los primeros tiempos de la dictadura militar; desfilaron en los últimos días frente a la justicia federal rosarina. A pedido de la fiscal Mabel Colalongo, el juez Marcelo Bailaque dispuso detener y recibir declaración indagatoria a los integrantes del COT entre los años 1976 y 1979. El órgano militar estaba integrado por jefes de distintas áreas como Operaciones, Inteligencia, Recursos Humanos o Logística, entre otras, que conformaban el estado mayor del Segundo Cuerpo. El COT diseñaba las operaciones posibles, se las proponía al comandante y este era el que decidía cuál se ponía en marcha. Finalmente, la ejecución y el control de la misma quedaba en manos de este grupo de militares. La justicia les imputa haber sido responsables de una veintena de secuestros, torturas y desapariciones ocurridas en el segundo semestre de 1976.
Los cargos por los que se los imputa son 28 privaciones ilegítimas de la libertad, 22 de las cuales terminaron en homicidios (básicamente ocurridos en agosto de 1976 en una furibunda repesalia contra el Ejercito Revolucionario del Pueblo), el secuestro y desaparición de Oscar Medina, el secuestro y asesinato de la joven Maria Victoria Gazzano Bertos y la alteración de identidad de la hija de Ricardo Klotzman y Cecilia Barral. La responsabilidad del COT es evidente, a juzgar por la declaración de uno de los imputados: "Funcionaba las 24 horas".
Los indagados, hasta el momento son:
* Horacio Guillermo Canestro, en aquel momento era Mayor y estuvo destinado desde Junio a Diciembre de 1976. Según declaró estaba "a cargo de tareas de seguridad externa e interna", todas supervisadas por el COT
El militar aclaró que " era el comandante el que determinaba el formato y la amplitud, la forma o la extensión del COT".
"Ahí no opinaba ni la Policía, ni la Gendarmería, ni la Prefectura, es decir ninguna área externa al Ejército" dijo Canestro.
En su tiempo, el COT estaba integrado por "personal de mayor jerarquía" que él, que era considerado de la línea joven, y aclaró que no tomaba decisiones en ese marco, sino que su tarea era controlada por el COT".
Canestro es defendido por el abogado rosarino Gonzalo Miño.
* Edgardo Antonio Faur era capitán del ejército.
"Nunca maté a nadie, nunca maté a una persona, niego terminantemente las imputaciones y no me hago cargo de ninguna de las acusaciones que se me hace". Se defendió argumentando que el 24 de marzo del 76 lo sacaron de la Escuela Superior de Guerra, para reasignarlo al Comando del Segundo Cuerpo de Ejército, y lo trasladaron a Formosa.
Faur es defendido por Ricardo Saint Jean, hijo del ex gobernador de facto de Buenos Aires Ibérico Saint Jean, quien acuñara la famosa frase:
"Primero mataremos a todos los subversivos luego mataremos a sus colaboradores después a sus simpatizantes enseguida a aquellos que permanecen indiferentes y finalmente mataremos a los tímidos."
* Julio Ezequiel Franciulli. Era coronel, y jefe del departamento Personal e integrante del Estado Mayor del Segundo Cuerpo a cuyo cargo se encontraba el control operacional de la zona Dos." Niego todas las imputaciones y no voy a declarar". Su defensor es Carlos Zürchr y Federico Tschopp, ambos defensores oficiales.
* Eitel Aramis Ferreira. Era coronel, jefe del departamento de Logística, del estado mayor del Segundo Cuerpo de Ejército a cuyo cargo se encontraba la zona operacional 2. Se abstuvo de declarar. Lo defiende Alberto José Ensinck, quien fijo domicilio en un estudio del foro local: Santa Fe 1211 piso noveno oficina 1 y 2.
* José Javier de la Torre, era capitán, y jefe de la sección Comando y Servicio del Destacamento de Inteligencia 121 del Segundo Cuerpo de Ejército. Es defendido por Eduardo Sinforiano San Emeterio.
Se abstuvo de declarar.
* Enrique Benito Laurenti. Era Mayor. Es defendido por Gonzalo Miño.
Primero se negó a declarar, aunque después decidió ampliar su indagatoria. "Cuando vino a buscarme la gendarmería, pensé 'esto pasó hace 35 años' asi que me hice un ayuda memoria" explicó Laurenti. De todos modos no contestó preguntas de la fiscalía"
"Vine a Rosario en 1975, y estuve en el Departamento 3 de Operaciones hasta julio del 76. En ese momento el coronel Gazzari Barroso era mi superior ya que era el G 3. El 15 de diciembre de 1976 viaje a Bolivia como asesor del Estado mayor del ejército de aquel país"
Laurenti intentó defenderse argumentando que " el Destacamento de Inteligencia no tenía que ver con el de Operaciones".
Ante el relato de los hechos, respondió "se me habla de la Quinta de Fisherton" sobre la que dijo " desconozco si realmente existió" es decir que no lo negó, sino que no lo sabía.
"Mi función no era ni ejecutiva ni tenía mando de tropa, solo de Estado Mayor, es decir que colaboraba en el planeamiento de la instrucción y la organización de los juegos de guerra" (sic)
Laurenti recordó que "el comandante (Díaz Bessone) quería mantener presencia del Ejército en las calles de Rosario como acción disuasiva, pidió que se realizaran patrullajes, control de rutas. Pero siempre las tropas estaban uniformadas, con armas reglamentarias, cumpliendo los reglamentos militares. Mientras me desempeñé en el COT en el área de Operaciones nunca recibí ninguna orden que no fuera reglamentaria ni impartí ninguna orden que lo fuera. Todos los operativos se hicieron con ordenes reglamentarias".
El mayor Laurenti desplegó entonces la frase que desnudaría el eje de su declaración: "Quiero dejar en claro que en 35 años nunca me llamaron ni desde el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas ni de la justicia federal" disparó el militar, reconociendo su sorpresa por la indagatoria y detención. Y por si fuera poco recordó que "cuando asumió Alfonsín se revisaron mis antecedentes y aprobaron mi ascenso en 1984, y en el 88 me ascendieron a general. Durante el gobierno doctor Menem fui propuesto para ascender a General de división y además en el año 93 y 94 fui comandante general electoral del doctor Ruckauf".
Laurenti finalizó su exposición volviendo sobre la sorpresiva declaración: "no entiendo porque por el simple hecho de aparecer en una plantilla de organización del COT donde estaba destinado, se me imputan ahora estos hechos que desconozco".
Roberto Oscar Galuppo, Jorge López, Heriberto Lavallén y Roberto Fossa, completan la lista, de la que forman parte el ex comisario federal Federico Almeder (del que dio cuenta este diario el último domingo) y Rubén Oscar Jaime, experto en incautaciones fraguadas de vehículos.
Es un grupo que se desempeñaba en el II Cuerpo de Ejército. Uno de ellos que después llegó a general llegó a decir "no entiendo por qué por el simple hecho de aparecer en una plantilla donde estaba destinado, se me imputan ahora estos hechos que desconozco".
Por José Maggi
Una docena de militares integrantes del Centro de Operaciones Tácticas (COT), del Segundo Cuerpo de Ejército en los primeros tiempos de la dictadura militar; desfilaron en los últimos días frente a la justicia federal rosarina. A pedido de la fiscal Mabel Colalongo, el juez Marcelo Bailaque dispuso detener y recibir declaración indagatoria a los integrantes del COT entre los años 1976 y 1979. El órgano militar estaba integrado por jefes de distintas áreas como Operaciones, Inteligencia, Recursos Humanos o Logística, entre otras, que conformaban el estado mayor del Segundo Cuerpo. El COT diseñaba las operaciones posibles, se las proponía al comandante y este era el que decidía cuál se ponía en marcha. Finalmente, la ejecución y el control de la misma quedaba en manos de este grupo de militares. La justicia les imputa haber sido responsables de una veintena de secuestros, torturas y desapariciones ocurridas en el segundo semestre de 1976.
Los cargos por los que se los imputa son 28 privaciones ilegítimas de la libertad, 22 de las cuales terminaron en homicidios (básicamente ocurridos en agosto de 1976 en una furibunda repesalia contra el Ejercito Revolucionario del Pueblo), el secuestro y desaparición de Oscar Medina, el secuestro y asesinato de la joven Maria Victoria Gazzano Bertos y la alteración de identidad de la hija de Ricardo Klotzman y Cecilia Barral. La responsabilidad del COT es evidente, a juzgar por la declaración de uno de los imputados: "Funcionaba las 24 horas".
Los indagados, hasta el momento son:
* Horacio Guillermo Canestro, en aquel momento era Mayor y estuvo destinado desde Junio a Diciembre de 1976. Según declaró estaba "a cargo de tareas de seguridad externa e interna", todas supervisadas por el COT
El militar aclaró que " era el comandante el que determinaba el formato y la amplitud, la forma o la extensión del COT".
"Ahí no opinaba ni la Policía, ni la Gendarmería, ni la Prefectura, es decir ninguna área externa al Ejército" dijo Canestro.
En su tiempo, el COT estaba integrado por "personal de mayor jerarquía" que él, que era considerado de la línea joven, y aclaró que no tomaba decisiones en ese marco, sino que su tarea era controlada por el COT".
Canestro es defendido por el abogado rosarino Gonzalo Miño.
* Edgardo Antonio Faur era capitán del ejército.
"Nunca maté a nadie, nunca maté a una persona, niego terminantemente las imputaciones y no me hago cargo de ninguna de las acusaciones que se me hace". Se defendió argumentando que el 24 de marzo del 76 lo sacaron de la Escuela Superior de Guerra, para reasignarlo al Comando del Segundo Cuerpo de Ejército, y lo trasladaron a Formosa.
Faur es defendido por Ricardo Saint Jean, hijo del ex gobernador de facto de Buenos Aires Ibérico Saint Jean, quien acuñara la famosa frase:
"Primero mataremos a todos los subversivos luego mataremos a sus colaboradores después a sus simpatizantes enseguida a aquellos que permanecen indiferentes y finalmente mataremos a los tímidos."
* Julio Ezequiel Franciulli. Era coronel, y jefe del departamento Personal e integrante del Estado Mayor del Segundo Cuerpo a cuyo cargo se encontraba el control operacional de la zona Dos." Niego todas las imputaciones y no voy a declarar". Su defensor es Carlos Zürchr y Federico Tschopp, ambos defensores oficiales.
* Eitel Aramis Ferreira. Era coronel, jefe del departamento de Logística, del estado mayor del Segundo Cuerpo de Ejército a cuyo cargo se encontraba la zona operacional 2. Se abstuvo de declarar. Lo defiende Alberto José Ensinck, quien fijo domicilio en un estudio del foro local: Santa Fe 1211 piso noveno oficina 1 y 2.
* José Javier de la Torre, era capitán, y jefe de la sección Comando y Servicio del Destacamento de Inteligencia 121 del Segundo Cuerpo de Ejército. Es defendido por Eduardo Sinforiano San Emeterio.
Se abstuvo de declarar.
* Enrique Benito Laurenti. Era Mayor. Es defendido por Gonzalo Miño.
Primero se negó a declarar, aunque después decidió ampliar su indagatoria. "Cuando vino a buscarme la gendarmería, pensé 'esto pasó hace 35 años' asi que me hice un ayuda memoria" explicó Laurenti. De todos modos no contestó preguntas de la fiscalía"
"Vine a Rosario en 1975, y estuve en el Departamento 3 de Operaciones hasta julio del 76. En ese momento el coronel Gazzari Barroso era mi superior ya que era el G 3. El 15 de diciembre de 1976 viaje a Bolivia como asesor del Estado mayor del ejército de aquel país"
Laurenti intentó defenderse argumentando que " el Destacamento de Inteligencia no tenía que ver con el de Operaciones".
Ante el relato de los hechos, respondió "se me habla de la Quinta de Fisherton" sobre la que dijo " desconozco si realmente existió" es decir que no lo negó, sino que no lo sabía.
"Mi función no era ni ejecutiva ni tenía mando de tropa, solo de Estado Mayor, es decir que colaboraba en el planeamiento de la instrucción y la organización de los juegos de guerra" (sic)
Laurenti recordó que "el comandante (Díaz Bessone) quería mantener presencia del Ejército en las calles de Rosario como acción disuasiva, pidió que se realizaran patrullajes, control de rutas. Pero siempre las tropas estaban uniformadas, con armas reglamentarias, cumpliendo los reglamentos militares. Mientras me desempeñé en el COT en el área de Operaciones nunca recibí ninguna orden que no fuera reglamentaria ni impartí ninguna orden que lo fuera. Todos los operativos se hicieron con ordenes reglamentarias".
El mayor Laurenti desplegó entonces la frase que desnudaría el eje de su declaración: "Quiero dejar en claro que en 35 años nunca me llamaron ni desde el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas ni de la justicia federal" disparó el militar, reconociendo su sorpresa por la indagatoria y detención. Y por si fuera poco recordó que "cuando asumió Alfonsín se revisaron mis antecedentes y aprobaron mi ascenso en 1984, y en el 88 me ascendieron a general. Durante el gobierno doctor Menem fui propuesto para ascender a General de división y además en el año 93 y 94 fui comandante general electoral del doctor Ruckauf".
Laurenti finalizó su exposición volviendo sobre la sorpresiva declaración: "no entiendo porque por el simple hecho de aparecer en una plantilla de organización del COT donde estaba destinado, se me imputan ahora estos hechos que desconozco".
Roberto Oscar Galuppo, Jorge López, Heriberto Lavallén y Roberto Fossa, completan la lista, de la que forman parte el ex comisario federal Federico Almeder (del que dio cuenta este diario el último domingo) y Rubén Oscar Jaime, experto en incautaciones fraguadas de vehículos.
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