ZITELLI FUE INVITADO A LOS FESTEJOS DEL BICENTENARIO
Por José Maggi
La agrupación de derechos humanos de Casilda "Unidos por la Memoria Ante el Olvido" (UMANO) denunció que monseñor Eugenio Zitelli, quien fuera capellán de la Jefatura de Policía de Rosario durante la última dictadura, fue invitado a los festejos del Bicentenario organizados por el municipio de esa ciudad. "Zitelli estuvo parado en la primera fila del escenario, junto al senador por el Departamento Caseros, Eduardo Rosconi, como cualquier funcionario y político de un sistema democrático al que nunca hubiéramos llegado, si el proceso de reorganización nacional hubiera tenido el éxito que el monseñor esperaba. Nadie se bajó del estrado, a excepción del vicedecano de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario, Juan José Noste, que se negó a subir, señaló UMANO.
El organismo denunció que "en el marco de los festejos oficiales desarrollados por el Bicentenario, el 25 de mayo, resulta altamente ofensivo para la historia y la memoria colectiva del pueblo de Casilda; asistir a la presencia del ex capellán de la patota del represor Feced, compartiendo el palco con las autoridades y legisladores, legítimamente elegidos por el voto popular democrático".
En ese sentido UMANO se pregunta: "¿Cómo pudieron soportar semejante personaje, en un momento con tanto significado histórico?, ¿fue por causa del "protocolo"? ¿qué temen nuestros políticos?, ¿arder en los infiernos, si rechazan a un representante de la religión oficial? ¿dónde está escrito que el "protocolo" debe incluir a ex capellanes de la policía de los centros clandestinos de detención de personas, que hubo a lo largo y a lo ancho de nuestro territorio? ¿qué persona puede compartir un espacio, cualquiera fuese, con quien habría justificado la tortura como método para conseguir información? ¿cuántos "25 de Mayo" deberemos vivir todavía, hasta encontrar dirigentes políticos con convicciones éticas férreas, más allá de protocolos mal interpretados y temores electorales?".
"La misma ciudad que agasajó hace unos días atrás a la señora Estela de Carlotto, presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, la declaró Visitante Ilustre toleró con muestras de un olvido imperdonable, que un personero de la hoja más negra de nuestra historia contemporánea, ocupara un lugar destacado en un acto histórico cívico popular", señaló el organismo casildense.
"Lamentablemente -culmina la declaración de UMANO- Casilda pasará a la historia bicentenaria, como apañadora de figuras emblemáticas de dictaduras sanguinarias; sostenedora en palcos oficiales de pastores que entregaron a su rebaño, cómplices de quienes no terminan de comprender que el único camino hacia la libertad está hecho de justicia, verdad y memoria".
La ex presa política, María Inés Luchetti de Bettanín, había declarado en su momento que Zitelli en plena confesión le había asegurado: "Usar la picana está bien porque estamos en guerra y es un método para obtener información política".
Por José Maggi
La agrupación de derechos humanos de Casilda "Unidos por la Memoria Ante el Olvido" (UMANO) denunció que monseñor Eugenio Zitelli, quien fuera capellán de la Jefatura de Policía de Rosario durante la última dictadura, fue invitado a los festejos del Bicentenario organizados por el municipio de esa ciudad. "Zitelli estuvo parado en la primera fila del escenario, junto al senador por el Departamento Caseros, Eduardo Rosconi, como cualquier funcionario y político de un sistema democrático al que nunca hubiéramos llegado, si el proceso de reorganización nacional hubiera tenido el éxito que el monseñor esperaba. Nadie se bajó del estrado, a excepción del vicedecano de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario, Juan José Noste, que se negó a subir, señaló UMANO.
El organismo denunció que "en el marco de los festejos oficiales desarrollados por el Bicentenario, el 25 de mayo, resulta altamente ofensivo para la historia y la memoria colectiva del pueblo de Casilda; asistir a la presencia del ex capellán de la patota del represor Feced, compartiendo el palco con las autoridades y legisladores, legítimamente elegidos por el voto popular democrático".
En ese sentido UMANO se pregunta: "¿Cómo pudieron soportar semejante personaje, en un momento con tanto significado histórico?, ¿fue por causa del "protocolo"? ¿qué temen nuestros políticos?, ¿arder en los infiernos, si rechazan a un representante de la religión oficial? ¿dónde está escrito que el "protocolo" debe incluir a ex capellanes de la policía de los centros clandestinos de detención de personas, que hubo a lo largo y a lo ancho de nuestro territorio? ¿qué persona puede compartir un espacio, cualquiera fuese, con quien habría justificado la tortura como método para conseguir información? ¿cuántos "25 de Mayo" deberemos vivir todavía, hasta encontrar dirigentes políticos con convicciones éticas férreas, más allá de protocolos mal interpretados y temores electorales?".
"La misma ciudad que agasajó hace unos días atrás a la señora Estela de Carlotto, presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, la declaró Visitante Ilustre toleró con muestras de un olvido imperdonable, que un personero de la hoja más negra de nuestra historia contemporánea, ocupara un lugar destacado en un acto histórico cívico popular", señaló el organismo casildense.
"Lamentablemente -culmina la declaración de UMANO- Casilda pasará a la historia bicentenaria, como apañadora de figuras emblemáticas de dictaduras sanguinarias; sostenedora en palcos oficiales de pastores que entregaron a su rebaño, cómplices de quienes no terminan de comprender que el único camino hacia la libertad está hecho de justicia, verdad y memoria".
La ex presa política, María Inés Luchetti de Bettanín, había declarado en su momento que Zitelli en plena confesión le había asegurado: "Usar la picana está bien porque estamos en guerra y es un método para obtener información política".
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