La coronación de un largo proceso
"Este proceso culmina con esta contradesaparición, que es la que permite que sepamos sin ningún margen de duda que Eduardo sí fue secuestrado, torturado, asesinado y su cuerpo escondido", enfatizó su hermano al recibir la urna en el Patio Cívico.
Por José Maggi
Los convocó el reencuentro con Gustavo "Mencho" Germano, quien estuvo detenido en el Servicio de Informaciones de la ex Jefatura durante la última dictadura, y cuyos restos fueron ayer devueltos a sus familiares. Estaban allí Madres y Abuelas de la Plaza 25 de Mayo, Hijos, Familiares, militantes, ex detenidos desaparecidos, abogados, jóvenes de La Cámpora, Movimiento Evita y Unión de Estudiantes Secundarios, quienes hoy retoman las banderas que levantaba el Mencho. Fue ayer cuando caía la tarde en el Patio Cívico de Dorrego y San Lorenzo.
Su hermano Gustavo Germano, autor de la muestra fotográfica "Ausencias" fue quien recibió la urna con sus restos. "A 38 años del día en que mi hermano fue detenido con solo 18 años y torturado en este mismo lugar, y luego asesinado y su cuerpo escondido, podemos reencontrarnos con él", dijo. Y citó al poeta Juan Gelman, quien "decía que la palabra desaparecido era un poco tramposa, porque esconde cuatro procesos: el secuestro, la tortura, el asesinato y la ocultación del cuerpo". "Hoy (por ayer) siento que estamos coronando un proceso muy largo, fruto de una lucha colectiva durante cuatro décadas. Este proceso culmina con esta contradesaparición, que es la que permite que sepamos sin ningún margen de duda que Eduardo sí fue secuestrado, torturado, asesinado y su cuerpo escondido", enfatizó.
Viejos compañeros de militancia del Mencho recrearon la historia contada en la página web de Roberto Baschetti: "El día de la Navidad del 76, Germano fue asesinado en el barrio rosarino de Fisherton (calles Boulevard Argentino y Colombres), junto a otra compañera detenida María Cristina Pagnanelli. El comandante de Gendarmería, Feced, temible represor, ordenó cerrar el barrio e hizo traer a los dos jóvenes maniatados y en mal estado de salud, adentro de un Ford Falcon; los bajaron y los pusieron dentro de una estructura de metal de unos 4 metros de diámetro por 2 metros de alto. Luego hicieron explotar el cubículo con los dos pibes adentro, por lo que debieron recoger los restos diseminados algunos de los cuales fueron hallados por los propios vecinos el día después. Sus restos fueron enterrados como N.N. en el cementerio rosarino de La Piedad". Justamente el lugar donde fueron identificados tras la incansable tarea del Equipo Argentino de Antropología Forense, con Miguel Nieva a cargo de la investigación junto a la fiscal federal Mabel Colalongo, ambos ausentes ayer de la ceremonia.
La intendenta Mónica Fein y el ministro de Justicia Juan Lewis, participaron del acto, al igual que el secretario de Seguridad Comunitaria Angel Ruani, el subsecretario de Derechos Humanos Ramón Verón, y la Directora de la Memoria Nadia Schujman. Esta última -como abogada querellante de la causa Feced, que actualmente está en instrucción investigando entre otros el crimen de Germano en el Servicio de Informaciones- anunció que hoy presentara un nuevo pedido para que sean indagados los responsables de ese centro clandestino de detención. Schujman explicó a Rosario/12 que el pedido ya había sido girado hace varios meses -aunque sin suerte- por el fiscal Gonzalo Stara al juez federal Marcelo Bailaque.
También fue recordada en el acto María Luisa Quattrín, una estudiante secundaria de 18 años secuestrada y desaparecida en Fray Luis Beltrán.
Viviana Nardone y Rubén Chababo, responsables del Museo de la Memoria de Rosario, recibieron el expediente judicial con el caso Germano, para sumarlo a su biblioteca.
Gustavo Germano tuvo un aparte en su discurso para aquellos que hoy proponen cerrar el tema de los derechos humanos: "Esta gente no tiene ni idea de lo que ha sido esta construcción, de lo que ha sido este fenómeno social que surgió en tiempos en que gran parte de la sociedad justificaba estos hechos, o quería pensar en que no sucedían".
"Este proceso culmina con esta contradesaparición, que es la que permite que sepamos sin ningún margen de duda que Eduardo sí fue secuestrado, torturado, asesinado y su cuerpo escondido", enfatizó su hermano al recibir la urna en el Patio Cívico.
Por José Maggi
Los convocó el reencuentro con Gustavo "Mencho" Germano, quien estuvo detenido en el Servicio de Informaciones de la ex Jefatura durante la última dictadura, y cuyos restos fueron ayer devueltos a sus familiares. Estaban allí Madres y Abuelas de la Plaza 25 de Mayo, Hijos, Familiares, militantes, ex detenidos desaparecidos, abogados, jóvenes de La Cámpora, Movimiento Evita y Unión de Estudiantes Secundarios, quienes hoy retoman las banderas que levantaba el Mencho. Fue ayer cuando caía la tarde en el Patio Cívico de Dorrego y San Lorenzo.
Su hermano Gustavo Germano, autor de la muestra fotográfica "Ausencias" fue quien recibió la urna con sus restos. "A 38 años del día en que mi hermano fue detenido con solo 18 años y torturado en este mismo lugar, y luego asesinado y su cuerpo escondido, podemos reencontrarnos con él", dijo. Y citó al poeta Juan Gelman, quien "decía que la palabra desaparecido era un poco tramposa, porque esconde cuatro procesos: el secuestro, la tortura, el asesinato y la ocultación del cuerpo". "Hoy (por ayer) siento que estamos coronando un proceso muy largo, fruto de una lucha colectiva durante cuatro décadas. Este proceso culmina con esta contradesaparición, que es la que permite que sepamos sin ningún margen de duda que Eduardo sí fue secuestrado, torturado, asesinado y su cuerpo escondido", enfatizó.
Viejos compañeros de militancia del Mencho recrearon la historia contada en la página web de Roberto Baschetti: "El día de la Navidad del 76, Germano fue asesinado en el barrio rosarino de Fisherton (calles Boulevard Argentino y Colombres), junto a otra compañera detenida María Cristina Pagnanelli. El comandante de Gendarmería, Feced, temible represor, ordenó cerrar el barrio e hizo traer a los dos jóvenes maniatados y en mal estado de salud, adentro de un Ford Falcon; los bajaron y los pusieron dentro de una estructura de metal de unos 4 metros de diámetro por 2 metros de alto. Luego hicieron explotar el cubículo con los dos pibes adentro, por lo que debieron recoger los restos diseminados algunos de los cuales fueron hallados por los propios vecinos el día después. Sus restos fueron enterrados como N.N. en el cementerio rosarino de La Piedad". Justamente el lugar donde fueron identificados tras la incansable tarea del Equipo Argentino de Antropología Forense, con Miguel Nieva a cargo de la investigación junto a la fiscal federal Mabel Colalongo, ambos ausentes ayer de la ceremonia.
La intendenta Mónica Fein y el ministro de Justicia Juan Lewis, participaron del acto, al igual que el secretario de Seguridad Comunitaria Angel Ruani, el subsecretario de Derechos Humanos Ramón Verón, y la Directora de la Memoria Nadia Schujman. Esta última -como abogada querellante de la causa Feced, que actualmente está en instrucción investigando entre otros el crimen de Germano en el Servicio de Informaciones- anunció que hoy presentara un nuevo pedido para que sean indagados los responsables de ese centro clandestino de detención. Schujman explicó a Rosario/12 que el pedido ya había sido girado hace varios meses -aunque sin suerte- por el fiscal Gonzalo Stara al juez federal Marcelo Bailaque.
También fue recordada en el acto María Luisa Quattrín, una estudiante secundaria de 18 años secuestrada y desaparecida en Fray Luis Beltrán.
Viviana Nardone y Rubén Chababo, responsables del Museo de la Memoria de Rosario, recibieron el expediente judicial con el caso Germano, para sumarlo a su biblioteca.
Gustavo Germano tuvo un aparte en su discurso para aquellos que hoy proponen cerrar el tema de los derechos humanos: "Esta gente no tiene ni idea de lo que ha sido esta construcción, de lo que ha sido este fenómeno social que surgió en tiempos en que gran parte de la sociedad justificaba estos hechos, o quería pensar en que no sucedían".
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